.........dilatar....

Hoy apenas se levantó fué al baño, tomó el jabón y procedió a higienizar su rostro. Luego se enjuagó su rostros aún dormido y pudo ver de nuevo el reflejo de sus ojos...ojos que habia recordado la tristeza y que se sienten...débiles frente a las picaduras de la misma abeja de siempre. Ahí comprendió por primera vez en meses que esta situación se dilataría ; esta manera especial de hacer de cuenta de que no se ama, no se extraña, no se quiere...porque aún nadie entiende lo que pasa...ni el mismo.
Luego de entender esta incomoda situación, regresó a su habitación derrotado por el tiempo que separa...todo lo bueno de lo malo ..y este amor..de la perfección...
Al sentarse sobre la cama, sintió ese calor que el artista tipico reitera una y otra vez, tomó su viejo y despedazado cuaderno rayado y una lapicera. Allí fué cuando esa voz interior solamente le reflejó lo que debía escribir. Yo sé que estuvo horas...varias horas, desdoblando cada minuto y segundo del domingo....en una sola palabra que nunca tiene que olvidarse...: PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA. PACIENCIA.
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Lo que aún no sé es si al protagonista de nuestro relato le quedó claro que tiene que tenerle paciencia a la situación o si de nuevo está llorando por el parque de su casa esperando a que llegue la abejita que tanto ama...