Desde hace varios dias que durante distintas circunstancias de la vida cotidiana, me invade la necesidad de escribir y no dejar de escribir. Es como que cada palabra empieza a relatarse por si sola cuando estoy comiendo, cuando camino cruzando al semaforo, cuando termino de resolver alguna ecuacion o incluso...cuando algunas imagenes se cruzan en mi mente.
Es una sensacion rarisima que quizas ante no me habia pasado ; mil ideas, mil palabras, millones de imagenes...pero ninguna cosa concreta.
Por eso elegi un café, la tasa de cafe amarilla que habia en la alacena y desde que comence a prepararlo....me enrede entre todas estas palabras...para distraerme.
Un cafe no te despierta, ni te apaga...te distrae....te hace perder la nocion de aquello o lo otro que no pudiste hacer, te distrae de lo que jamas pudiste hacer y hace fluir alguna palabra que de el puntapie inicial a lo que quizas nunca termine.
Al berber de a poco uno siente mas y mas las yagas de las cuerdas sobre las palabras, cada punto, coma, acento y patitas se ven influenciadas.
Acaso sera posible escribir por siempre? Acaso me podre alejar de lo que realmente soy?.
Todos tenemos la oportunidad de alejarnos un poco de toda esa pesada mochila, pero las palabras del corazon nunca mienten....los cafés...nunca mienten...distraen.
Tanto distraen a este pobre y joven escritor, que las palabras mismas se le revelan. Todas los sustantivos se vuelven verbos y los verbos se vuelven adjetivos, y asi sucesivamente complotan. Los colores cambian sus significados, ya no hay daltonicos que puedan parecer.
Pero hay un llamado lejano, un telefono.......que hace que las palabras se asusten, se escondan, rompan la traicion pidiendome perdon y escondiendosé de nuevo ..dentro de esa taza de caf[e que aun...esta por la mitad...
Cafe........
El cafe..es una distraccion. NUNCA CREAN EN EL.
