El no sabe que lo miramos.
El ...tampoco sabe lo que come.
Menos aun sabe acerca de la cantidad de monstruos pequeños e infinitos que han quedado en ese platos desde hace semanas o quizas meses.... .... no sabe de donde viene el pan, ni la carne (que, ni siquiera es carne), ni los chicles que tienen
años debajo de la mesa, ni el tiempo desde que el ketchup y la mayonesa viven alquilando cada uno de los pomos....que hace añares....eran usados para otras perversiones.
El no sabe, ni quiere saber...solo desea comer.
...Tampoco se imagina lo que ocurrirà luego de que se retire de la estacion, del bar y regrese a su casa...
No se imagina que llegarà y comenzarà a sentir pequeñas molestas en el centro de su vientre...luego que intente acostarse para aliviar el malestar....el vientre comenzarà a tomar forma y a cobrar vida.....aprenderà a hablar, a reir y a
llorar.......todo en pocos minutos. El hombre desconcertado ya por tanta mutacion y alteracion, se mirarà al espejo y horrorizado gritarà "QUE ME HAN HECHO?"
(echandole la culpa al cocinero...y no a si mismo por haber elegido..ese lugar durante tantos años) para luego romper con su mano el espejo .... y lanzarse desde la ventana del mismo lugar cayendo al vacio....
O quizas...nada de esto ocurra ....y el simplemente llegue a su casa, tome un libro y disfrute de una buena sesion de lectura sentado en su trono higienico...y al otro dia..vuelva...a comer....como siempre....en el mismo lugar, a la misma hora
y...con los mismos monstruos pequeños...en el plato.
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