Abrió la canilla y tomò el unico plato, habiendo colocado el detergente la esponja. Lo llenó de espuma y de ese olorcito a limon y cuando lo enjuagó miró su reflejo solitarioque se mezclaba con la luz blanca del tubo y algunas sombras de quien sabe que. Observó luego que quedaba poco por lavar: un vaso, una olla y unos cubiertos.Entonces, prosiguió con el vaso y Mientras llenaba de espuma, la television empezo a contar verdades con voces de compañia:
"Un obrero fue interneado en el Hospital del Sindicato del centro de esta ciudad luego de haberse amputado la mano en un extraño episodio. La policia investiga otros casos similares".
Pero no importaba nada, parecia como que las palabras, circunstancias o el tiempo mismo no existieran despues de cierta edad. Por eso las manos se iban confundiendo a medida que el vaso se terminaba de lavar: Cada vez que lo secaba y queria tomar la olla para limpiarla, giraba su vista y alli estaba de nuevo al lado de la olla y de los cubiertos el vaso aun sin lavar, como si no hubiera hecho nada.
La señora penso que cansada estaba, por eso luego de este juego irreal apago la tele y se dirigio a su recamara, mientras el vaso renegaba a existir en el mismo tiempo, renegaba a estar limpio en este tiempo.
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